El reconocimiento de la discriminación, como un flagelo social que violenta los derechos humanos y que se fundamenta en estereotipos y prejuicios construidos culturalmente, ha fundamentado las luchas de movimientos sociales que desde el siglo XX han denunciado injusticias en contra de las mujeres, de pueblos con base en criterios étnicos-raciales, de personas por su orientación del deseo sexual y sus identidades de género, entre otras. Los Estados han adquirido compromisos internacionales y nacionales al ratificar y aprobar normativas específicas creadas para eliminar todo tipo de prejuicios y exclusiones que nieguen o limiten los derechos fundamentales con base en criterios excluyentes. Si bien existen avances en el plano normativo, en el siglo XXI persisten estereotipos y prácticas culturales e institucionales que no garantizan la igualdad de derechos para todas las personas. En este punto el sistema educativo en sus diferentes niveles tiene un papel clave en el impulso de políticas educativas inclusivas, desde el currículum hasta la formación en principios de respeto a las diversidades étnicas, de género, de capacidades, entre otras. El Instituto de Estudios de la Mujer (IEM), de la Universidad Nacional (UNA), es una instancia académica que desde el año 1991 ha impulsado acciones y programas orientados a la promoción de relaciones de igualdad de género a lo interno de la UNA y de diversidad de sectores en el ámbito nacional. Entre 2017 y 2019, ejecutó el estudio “Percepciones y manifestaciones de discriminación: un estudio en la comunidad estudiantil de la UNA”, el cual es la base de los resultados de investigación que se recogen en el presente libro.